jueves, 18 de noviembre de 2010

Capítulo 6 de Amar... Te Duele "Regreso a la Realidad"


Amar...Te Duele
Capítulo 6  "Regreso a la Realidad"


25 de febrero

“Ha pasado mas de una semana desde aquella noche tan maravillosa, y lo único que puedo pensar es ¿donde estás amor...?”

“Simplemente no ha dado señales de vida desde aquella noche... después que me dio los besos; en la mejilla y en los labios; y se despido... mi corazón se ha ido con él y no se donde está...”

“No le puedo preguntar a Bere, ni a nadie, ya que nadie sabe de este secreto, nadie sabe que por fin, me han dado mi primer beso... ahora se a lo que se referían cuando decían que el amor duele... me doy cuenta que amar... te duele, duele como no tenia idea...”


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6:00 am

Otro día más— pienso. Cada día que pasa no me dan ganas de no hacer nada, simplemente hago la rutina de siempre, me levanto a las seis, me doy una ducha, abro mi armario y saco las primeras prendas que encuentro; me desenredo el cabello y bajo a desayunar algo. Bueno si dar unas mordidas al pan tostado y dar unos cuantos tragos al jugo cuenta como desayuno, entonces desayuno.

En casa no se han dado cuenta que mi corazón esta triste, que llora en secreto a todas horas y en todos momentos. Que las sonrisas que doy son de dientes para fuera, porque en la realidad no las siento.

Es mas incluso los comentarios de Arturo, que normalmente odio, creo que son las únicas palabras que hacen que reaccione un poco; simplemente lo demás no me importa.

Como ni ánimo me dan ganas de hacer algo, soy la primera que baja a desayunar, claro después de mi madre que siempre es la primera para preparar todo. Espero sentada con la vista perdida, a que bajen los demás y poder ir al cole; así por lo menos las clases en combinación con mis amigas, y los kilómetros de tarea que diario nos dejan hace que por lo menos tenga mi mente ocupa en otras cosas, mis pensamientos se van lejos de él...

Buenos días— Van saludando cada uno cuando bajan a la cocina.

¡Mocos!— dice Arturo —Hermanita ahora si te sacaste un diez.

¿Qué?— pregunto confundida.

Ahora si freaky, te sacaste un diez con la forma de vestir, simplemente te ves al natural— comenta con una sonrisa —Tenis blanco en una pata, y zapato negro en la otra, jajaja, mmmm... además falda rosa con esa playera mas rosa todavía, te queda fenomenal, si fenomenal, ahora si pareces un fenómeno jajajaja— lo dice burlonamente y se sienta a desayunar.

Peque, no es que le da la razón al enano, ¿Pero en realidad prestaste atención lo que te ponías hoy?— Dice Ed tratando de disimular la risa sin mucho éxito.

Pero que demoni...— salgo corriendo de la cocina y subo a mi habitación. Me veo en el espejo y la verdad es que parece que Arturo tiene razón, parezco un fenómeno así. Las lágrimas salen desesperadas de mis y no se quieren detener.

Vaya ahora hasta con la cara hinchada voy a ir al cole— sigo llorando sin poder detenerme.

Jazz apurare que se nos hace tarde— grita mi madre por las escaleras.

Corro al baño a lavarme la cara, tengo los ojos hinchados y muy rojos, se me ve una cara fatal, regreso a mi armario y busco el otro zapato y unos jeans —en verdad peor no podría estar— Bajo las escaleras y ya me están esperando en la camioneta.

¿Te sientes bien princesa?— pregunta mi padre con cara de preocupación. —Desde que te cortaste la mano, después de la fiesta, te veo, triste, ausente, y me preocupas.

Estoy bien pa— Contesto sin mucho ánimo.

Llegamos rápido al cole, nos despedimos y comencé a buscar a mis amigas en el patio, después de unos segundos , las vi, estaban ahí las tres, con sus ropas perfectas, con su vida perfecta, sin el corazón roto.

Hola— nos saludamos, ellas con mucho ánimo y yo...

Nena que te pasa, hoy te ves peor que otros días— dice Bere.

¿Has llorado?— Pregunta Di.

Sabes que puedes confiar en nosotras— Termina por decir Mar.

Perfectamente— contesto tratando de disimular —Simplemente ayer me desvele, ya ven cuanta tarea nos están dejando en todas las materias, y algunos proyectos los tenia parados; cuando empecé con los ensayos, y ahora no me queda otra que ponerme al corriente, simplemente cansancio— contesto sin mucho animo.

Ellas me observan unos momentos y no muy convencidas con mi respuesta, vamos ya de camino al salón de clases, Di y Mar, se adelantaron un poco; mientras Bere y yo, nos atrasamos, antes de entrar al salón me agarra de la mano, y nos hacemos aun lado de la puerta.

¿Porque nos mientes? ¿No somos tus amigas, en las buenas y en la malas?, tienes mas de una semana de pésimo humor, todo te de apatía , el brillo de tus ojos se fue, sonríes, pero en realidad no lo sientes, platicas; estas con nosotras en cuerpo porque... tu mente, mejor dicho tu corazón esta muy lejos de aquí— Me dice viéndome a los ojos.

No se de que hablas Nice, en verdad yo...— no me dejo terminar.

Por supuesto que se de lo que hablo, a mi no me corresponde decírselo a ellas, tu deberías tenernos la confianza y no encerrarte de esa manera, te hace daño, no te das cuenta, no puedes seguir así— continuo.

Y-yo-yoo— trate de decir.

Lo vi todo, nadie mas se dio cuenta, creo que fui la única, así que ¿porque lo sigues negando?.

P-pe-pero es...— me volvió a interrumpir.

Mira no es ni el lugar ni el momento adecuado para platicar, que te parece si en la tarde paso por ti y que mi madre nos lleve al centro comercial, comemos algo, entramos a ver una peli y platicamos las dos solas, y veremos que podemos hacer, ¿te parece?— dice —En verdad estos días extraño a la Jazz feliz que sonríe hasta porque pasa una mosca, y no quiero que te hundas más ¿ok?— se acerca y me da un beso en la mejilla —vamos que ya entró el profe— me coge de la mano y entramos al salón.

Aun no lo puedo creer, Bere nos vi, mi secreto, ya no es tan secreto, pero ella en que podrá ayudarme, ni modo que vayamos a buscar su vecino para que nos de razones de Ricardo, o sea que pena, yo no me atrevería pero ella...

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