martes, 1 de febrero de 2011

Capítulo 16 de Amar... Te Duele "¿Pesadillas o Realidad?"



Amar...Te Duele
Capítulo 16  "¿Pesadillas o Realidad?


Los siguientes días, después de la fiesta en el bosque y aún sin saber que fue lo que paso esa noche. Casi no quería salir de la habitación. Pero para evitar que se la pasarán cuestionando mis razones de mi encierro. Decidí que lo mejor era no alejarme de casa; sencillamente no quería volver al pueblo.

No tenía ganas no el más mínimo deseo de volver a verlo. Alex, me había lastimado, y no físicamente, sino más profundo y me dolía. Se que debí hacerle caso a mi corazón cuando sentía que eso no estaba bien; si tan solo a este instinto le hubiera echo caso yo...

Pero ya ni lamentándome gano algo. Alex está en mi pasado y ahí se quedará siempre. Lo que más me inquieta es lo que me “salvo” ; aún no se qué o quienes, lo hicieron. Pero aun así se los agradezco. Pero, aunque Alex es parte del pasado. Me sigo preguntando que fue de él. Sus gritos, sus lamentos, aún los sigo escuchando, al igual que las palabras “si en algo te valoras, toma tus cosas y vete de aquí”.

Todas las noches sueño con la misma escena. Jamás críe decir algo parecido. Pero quería dejar la casa de los abuelos ya y no volver en mucho tiempo. Necesito olvidar.

Así que esos últimos días me la pasaba ya sea en compañía de los adultos o con mis primos más pequeños. Montando, corriendo en el campo o nadando un rato en la laguna que hay en el terreno. Ann y Danny continuaban yendo al pueblo diario. Ya no se molestaban en preguntarme si quería ir con ellas o no.

Hasta que una tarde después de que regresaron. Ambas se acercaron hacía mi.

¡Jazz! —me dijo Ann

¿Sí? —contesté un poco temerosa, sabía a donde iría está platica.

Vamos a dar una vuelta, ¿quieres? —me dijo para alejarme de los adultos —ustedes son los primeros que se van y me gustaría que platicáramos antes que te vayas —dijo con voz melancólica —no se cuanto tiempo va a pasar antes de volverte a ver.

Yo con un poco de reserva me levanto más obligada por las miradas que me dan los adultos que por gusto. Una vez que comenzamos a caminar y lejos de los oídos ajenos decidí hablar yo primero.
Chicas, gracias por no decir nada —les dije — sé que era un poco difícil guardar algo así, pero como no pasó nada, no tenía caso espantar a nadie, ¿no lo creen? — hice una pausa —y puedo asegurar que lo que quieren de mi en estos momentos tiene que ver con esa noche ¿o me equivoco?

Bueno, no, mejor dicho en parte. —comenta dudosa Danny —Lo que pasa es que, bueno, no había salido el tema hasta esta tarde; pero ahora sus amigos nos dijeron que están un poco preocupados por él. Que desde ese día no lo han visto. —comenzó a decir —No te culpan a ti, ni nada parecido. Es más ellos no saben que se fueron juntos al bosque. Saben que tu estabas con él junto en la fogata y después sólo medio te recuerdan cuando pediste que nos regresáramos.

Pero...

Sabemos que tú no le hiciste nada. comienza a decir Ann —pero tienes que reconocer que es raro que... al parecer tú fuiste la última en verlo. Y bueno, lo que nos digas, de aquí no saldrá, te apoyaremos siempre y...

Para, para —le pedí —yo... no podría, aunque... quisiera no hubiera hecho nada contra él. No se que fue lo que pasó. Estábamos solos y él... bueno eso no importa de repente no se apareció algo y me dijo que me fuera de ahí que tomara mis cosas y que me fuera rápido. Se que lo estaban golpeando, los escuche; pero, yo estaba...

¿Él trato de...? —preguntó Ann —por eso tenías esa cara.

Lo importante es que no alcanzó a hacerme algo. No se quien o quienes llegaron, pero me... salvaron... —suspiré, ahora me sentía más tranquila al haber contado parte de mi carga —es lo último que sé de él.

Wow, pero... ¿cómo pudiste...? ¿Te hubiéramos apoyado, ayudado si...? —comenzó a decir Danny —imaginábamos algo así, pero queríamos negarnos a creer que algo así te pudo haber sucedido y...

Les agradecería que esto se mantenga en secreto entre nosotras, si nuestros padres se enteraran de... —comencé a decir.

Ni lo digas, lo importante es que estás bien, es lo único que importa.

Aunque yo tenía la impresión que ambas eran muy frías que no les gustaba demostrar sus sentimientos en cuanto me abrazaron sentí su solidaridad, y no sólo como primas como mujeres. Las tres ahí abrazadas lloramos por un buen rato.


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Al día siguiente entre abrazos y besos fuimos los primeros en despedirnos a primera hora de la mañana. Pasará un año antes de que volvamos a volver. Creo que ese será tiempo suficiente para superarlo un poco. Porque algo así no se olvida tan fácilmente.


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Después de varios días andar corriendo, para poder comprar lo necesario para regresar a clases y organizarnos nuevamente, en tiempos. Hoy por fin veré nuevamente a Iker. A pesar de todo no me había dado cuenta cuanto lo había extrañado y necesitado.

Ahora me tengo que levantar más temprano que antes. Si quiero que me de tiempo me tengo que levantar a las cinco de la mañana; entre lo que me baño y tomo algo de desayuno, Ed me saca casi a empujones de la casa. Como ahora es con él con quien me voy, ahora que ha retomado las clases nuevamente; y así no hacemos que mi padre se desvié de su camino.

Además a Ed le queda de paso a la universidad. Lo único malo es que llego un poco temprano a clases siempre. Pero Iker para poder estar junto y solos un rato, llega casi al mismo tiempo que yo, o sea, casi media hora antes de la primera clase que comienza a las siete de la mañana.

El reencuentro con él, a sido de los más tiernos que he tenido. Claro no he tenido muchos, pero, fue especial. Al vernos a la distancia, corrimos al vernos hasta que nos abrazamos y nos llenábamos de besos. No hicieron falta las palabras, con nuestra simple presencia, nos decíamos lo que sentíamos.

Aunque no teníamos las mismas materias, sí coincidíamos en algunas, pero no en todas, nos veíamos hasta seis o siete veces en el transcurso del día. Entre clases, en las horas libres, en la salida. Y lo mejor de todo; es que como él ya tenía licencia de manejo, su padre le había regalado un auto. Así que con esto el tiempo que teníamos para estar juntos era aún mayor.

Lo que me preocupaba un poco era que la relación con mis amigas había cambiado. Di y Mar; estaban distantes, casi no me hablaban cuando me encontraba con ellas. Incluso alguna vez, no se si lo hicieron a propósito o fue un accidente, pero algunas veces, veníamos caminando en el mismo pasillo, en dirección opuesta, y de repente ellas se detenían , se daban la vuelta y se iban de ahí casi corriendo. Yo esas ocasiones me quedaba con la manos levantada con medio saludo en mis labios.

Bere, también había cambiado. Se había vuelto más sería, más reservaba, más tímida de lo que era antes. No se a que se debe pero todo el tiempo que tengo de conocerla, ella siempre fue muy tímida con las demás personas; pero ahora había llegado a tal punto que yo hasta la desconocía. Llegaba al salón y se sentaba. Si no estaba escribiendo algo, estaba leyendo algún libro. Eso si siempre con los audífonos puestos. Así no había forma que alguien se acercara a ella. Que hiciera nuevas amistades.

A veces me daba la impresión que pasar conmigo y con Iker más de tres minutos de corrido para ella era un martirio, apenas nos saluda y con cualquiera pretexto se retiraba y nos dejaba.

Al principio me decía Iker que lo hacía para dejarnos a solas. Pero yo eso no me lo creía completamente. Ella simplemente no deseaba estar cerca de nosotros. Eso me dolía mucho. Ella sería a la única que le pondrá contar lo que me paso en las vacaciones pasadas. Porque ahora comprendía más lo que había vivido. Estuve a nada que me pasara lo mismo. Ahora podía comprenderla más. Pero ella me rechaza.

De las tres su distancia es la que más me dolía. A pasar que del grupo era la más nueva. La química que había entre las dos, hacía un lazo más grande, más importante. Creía que ambas sentimos lo mismos, pero ahora veo que me equivoqué. No al entiendo.

Varias tardes le he habladoa su casa, con el pretexto de alguna tarea, o con que algo de la clase no había entendido. Buscaba la forma de comunicarme con ella. Pero a veces no me contestaba el teléfono, o se negaba o me la negaban.

Esa misma preocupación, duda que sentía a hacia ella, se la explicaba a Iker.

¿Es que ella no es así? ¿No era así? —le decía una tarde con lágrimas en los ojos —Yo no le hice ni le dije nada. No entiendo porque se comporta de esa manera conmigo.

Nena, amor. Entiendela, quizá no eres tú; a lo mejor la presión de los estudios, o quizá tiene problemas en casa —me decía para tranquilizarme —a pesar de que la trate muy poco, si hay un cambio en ella. Pero no puedes sacar conclusiones hasta que hables con ella, cara a cara, ¿no crees?

Eso si, pero...

Mañana que es viernes, en la tarde si quieres te llevo a su casa, después de que comamos y no va a tener pretexto de que la escuela. Los deberes. Te dejó ahí. Ya después cuando lo pidas regreso por ti. ¿Qué te parece?

Perfecto.


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Al día siguiente después de la escuela. Nos fuimos a comer aun pequeño restaurante que hay cerca del colegio donde se come muy bien. Estuvimos platicando un poco. De todo y nada. Sólo para que pasará el tiempo y, Bere ya estuviera en casa más tranquila.

Cuando creímos que era la mejor hora. Pagó la cuenta y me llevó.

Me voy hasta que vea que salga a verte o que entres a la casa ¿de acuerdo?

Gracias.

Con un poco de temor camine a la entrada. Toque el timbre dos veces. Pensé que no había nadie ahí. Cuando me daba la vuelta salió su madre.

Jazz, mmm, ¿cómo estás?

Señora, buenas tardes, Edna. Bueno me preguntaba si está Bere en casa.

Mmm, bueno, la verdad es qué pena —dudo un poco —no se encuentra salió con unas primas y no va a estar todo el fin de semana.

Bueno, si le habla o cualquier cosa, le dice que la vine a buscarla, que necesito platicar con ella.

Claro —inmediatamente se volteó y cerro la puerta.

Yo acaba de dar unos cuantos pasos de la entrada y busqué con la mirada la ventana de su habitación. Estoy casi segura que ahí estaba. Y en cuanto me vio se hizo para atrás. No lo puedo asegurar, pero estoy casi segura.


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Después que me llevó a casa, yo me sentía mal. Me sentía despreciada. Así que en cuanto llegue me encerré en mi habitación, no quería hacer, no quería pensar en nada.

En cuanto cerré la puerta con el seguro me dejé caer, así como caían las lágrimas de mis ojos. Comencé a llorar. A pesar de todo me sentía muy sola.

No supe en que momento me quedé dormida. El cansancio me vencio.


Sin saber a donde me dirigía, caminaba sin parar a la orilla del mar, veía como iban y venían los olas. Cuando me canse de andar y no llegar a algún lado. Me senté a ver el atardecer que estaba próximo. Me sentía muy triste. Me sentía sola.”

El sol comenzó a perderse a lo lejos, y mis lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro. Sentía una fuerte opresión en el pecho, me dolía respirar. Sentía un gran pesar.”

“—¿Estás triste? —alguien dijo a mi espalda.”

Cuando me giré para ver de dónde provenía esa voz, me di cuenta que ya no estaba en la playa. Esta en un bosque oscuro. Confundida, volteo al frente nuevamente y el mar que segundos antes estaba ahí ya había desaparecido y estaba frente a una fogata.”

“—Pero, ¿dónde estoy? —pregunto confusa.”

“—¿Es posible que ya no recuerdes este lugar Ozahira?”

“—No me llamo Ozahira, me llamo Jazz... —deje la frase a media, ahora recordaba dónde estaba.”

No podía ser, me encontraba en el lago dónde...”

“—¿Sabes que eres hermosa?, Jazz, tú y yo la vamos a pasar tan bien aquí —me dijo alguien a un lado mio.”

“—Alex, ¿estás bien? Tú..., pero no.”

ÉL se acerca a mi y me trata de besar a la fuerza.”

“—La ultima vez te escapaste, pero ahora...”


¡Nooo! —grite agitada al despertarme.

Fue tan real. Aún puedo sentir sus manos sobre mi piel. El sabor de sus labios en los mios. Han pasado ya varias horas desde que regresé. Ya es de noche. Decido bajar a la cocina por algo para distraerme. No creí encontrarme a nadie a esa hora ahí.

Peque, pensé que ya estabas dormida. —me dice Ed — Hace rato que fui a verte estaba cerrada tu puerta.

Hola Ed, Mariana, ¿cómo están? —saludo distraída —no interrumpo, solo baje por un poco de agua.

Tomo una botella del refrigerador y los dejo solos. Se ven tan felices. Que hasta celos me dan, que ahora, toda la atención que me prestaba Ed a mi, se la dedicaba a ella. Pero no me importaba. Al verlo con esa sonrisa y saber que ella fue importante en su recuperación, siento que los celos desaparecen.

Regresó a a la habitación, y a pesar de que me siento toda muy rara, nerviosa por la pesadilla que acabo de tener pongo un poco de música y prendo la laptop para revisar mi e-mail. Necesitaba distraerme un poco. Despejar la mente un poco.

Al poco rato después de comprobar que solo tenía publicidad, y cadenas inútiles la apague y decidí que era ya hora de volver a intentar dormir.

Como no quería que Arturo entrara a molestarme, como algunas noches lo hacía. Entraba a asustarme o solo echarme agua en el rostro, sólo para que segundos después saliera riendo a carcajadas. Había tomado la costumbre de cerrar con seguro la puerta.

No tarde en dormirme nada. Me sentía cansada.


Me encontraba con los abuelos sentada en la entrada de su casa. Ellos están felices toda la familia estaba reunida como cada año. Se escuchaban risas, gritos por todas lados. Somos tan felices aquí. Mi abuela me está abrazando y me dice al oído.”

“—Tú Jazz eres especial —me susurraba —nunca lo olvides.”

“—¿Especial? ¿Por qué?”

“—Pronto lo sabrás.”

Aún no entiendo las palabras de mi abuela, no sé a qué se refiere. En eso aparece Ed.”

“—Parecen ancianos, vamos a la laguna, ¿vienen?”

“—Claro.”

“—El que llegue primero gana.”

En eso toda mi familia; mis padres, Arturo, Ed, Ann, Danny, mis abuelos, todos mis primos y tíos; han comenzado a correr hacía la laguna. Yo me quedo atrás observando como ríen, se divierte.”

“—¿Te vas a quedar ahí? —alguien me grita.”

“—Vamos, no seas cobarde, aún puedes ganarnos —me dice Ed.”

Yo sin pensarlo me levanto lentamente. Observo feliz como corren y bromean todos. Cuando veo que ya se han alegado mucho, decido que es momento de entrar a la competencia. Así que comienzo a correr detrás de ellos. Soy la última y no me importa.”

“—¡Ozahira! —gritan a mi espalda.”

Volteo a ver quién me ha llamado así no hay nadie, me detengo para observar más detenidamente. Por si veo que algo o alguien se mueve. En eso escucho un grito desgarrador al frente, dónde están corriendo todos”

“—¿Están bien? —grito, pero no recibo ninguna respuesta ni veo a nadie —¿están buen? —vuelvo a repetir angustiada —¿Dónde están todos?”

No veo que nada se mueva, ni gritos, ni risas, eso me preocupa. Es un silencio tan sepulcral que me da miedo”

“—¡¿Hola?! —grito —¡Dónde están?”

No recibo ninguna respuesta; así que decido regresar sobre mis pasos, hacia la casa y buscar dónde se han escondido. Cuando llevo tan solo unos cinco o seis pasos escucho un ruido, más bien un grito desgarrador, lastimero. La sangre se me congela, les están haciendo daño, y no se que hacer. Doy media vuelta y comienzo a correr lo más deprisa que puedo en dirección de la laguna. Sólo tenía unos pocos metros cuando escuché dentro de mi cabeza.”

“—No podrás hacer nada, para salvarlos Ozahira.”

“—Déjenlos en paz, ¿Qué es lo que quieren de mí? —gritaba sin detenerme.”

“—Te queremos a ti, ellos nos estorban, tú eres la única importante en está familia, despide de ellos”

“—Nooo, nunca, si les hacen daño yo... —dejé la frase a medias.”

Había llegado a la orilla del lago y estaban todos ahí, nadie falta. Estaban felices. Nadaban gritaban, reían. No les había pasado absolutamente nada. Me preocupe y en realidad no pasaba nada.”

“—Vamos, Jazz, el agua está deliciosa, ¿No te vas a meter? —me dice mi abuela.”

Comienzo a cambiarme cuando algo está mal. Cada uno de mis familiares se empieza a hundir bajo el agua.”

“—¿Qué hacen? —pregunto para saber si es un juego y si hay algo mal.”

Pero antes de que alguien me pueda contestar, todos comienzan a desaparecer en el agua. Yo corro el tramo que me faltaba para llegar a la orilla. Segundos después llego y es tarde. Me lanzo al agua y comienzo a nadar, los busco y no hay nadie.”

“—¿Dónde están? —digo entre llanto —E-esto n-no es gracioso.”

“—No tiene porque ser gracioso, te dijimos que la única que importaba de esta familia eras tú, ellos nos estorbaban —decía alguien con voz ronca —ahora ya nadie nos detendrá, eres nuestra, Ozahira.”

“—No. No, no, es mentira —gritaba —ellos están bien, se les han tocado un cabello yo...”

“—¿Qué vas a hacer? —me pregunta desafiante —¿Seguir llorando cómo hasta ahora? —dice burlonamente.”

“—Cállate, yo...”


En ese momento me caí de la cama. Pero no estoy sola en la habitación en las sombras de la recamara hay alguien.

¿Vas a seguir llorando cómo una cría? —me dice desde la oscuridad.

¿Quién...? ¿Qué...? ¿Cómo entraste aquí? —trato de decir lo más serena que puedo para que no vea mi miedo.

Ozahira, creo que después de tantos episodios, ya habías investigado un poco. —comienza a decir — Han pasado más de dos meses desde que Alex, pobre chico —dice pensativo —¿Nunca te has preguntado que fue lo que le paso? —pregunta.

¿Qué le hicieron?, ¿Dónde está?

Lo importante es que tú estás aquí. Y vendrás conmigo ahora.

No. !No déjame en paz!

No se como o porque comencé a sentir un calor en todo mi cuerpo, que empezó desde la cabeza y fue bajando a mis pies. Al sentirme rara alce las manos encima de mi cabeza y en una forma de protegerme baje las manos hacia delante, enfrente de mi pecho. Mis palmas estaban en dirección de la sombra que tenía delante mio.

Pasó algo que no puede creer, una luz rosa, como un rayo se dirigió a él y le dio de lleno. El comenzó a retroceder y comenzó a gritar.

¡No es posible!, eres tan joven, no deberías tener todavía tus poderes yo... —estaba diciendo, cuando desapareció.

Yo agitada por lo que acababa de pasar, sentí que las fuerzas me comenzaban a abandonar y me desvanecí.


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¡Jazz! —Ed gritaba.

¿Jazz, nena, estás bien? —gritaba mi madre.

Tocan desesperadamente la puerta. Yo poco a poco comienzo a abrir los ojos estoy en suelo. Las imágenes de lo ocurrido hace rato comienzan a correr por mi mente.

¿Jazz?

Tiene cerrada la puerta —dice mi madre desesperada —¿Qué hacemos?

Aquí está la llave —dice mi padre al otro lado.

Una vez que pudieron entrar a la habitación los tres corrieron al lado mio. En el suelo.

Jazz, ¿Porque estás en en el suelo? —pregunta mi madre confundida —¿Por qué no contestas?

Mmm, ¿Qué pasa? —contesto confundida.

Tenemos ya un rato tocando y no respondías —me dice Ed —estábamos preocupados.

Se me hizo raro que no bajaras, a desayunar y como ya es casi hora de que Iker pase por ti, me preocupe — responde mi madre —Cuando no me contestaste me asuste y les hable —dice mientras voltea a ver a mi papá y a mi hermano. —¿Qué te paso?

No, sé. Un mal sueño. Supongo —no les puedo decir en realidad lo que pasó.

¿No vas a salir con Iker en 20 minutos? —dice mi padre.

¿Tan tarde es? —contesto —Bueno se me hace tarde, si no les importa me dejan sola, tengo que cambiarme. —contesto mientras me pongo de pie. —Y perdón si los asuste, no las había escuchado.

Se me quedan viendo para comprobar que me encuentro bien y salen de la habitación gracias a mi madre que los saca casi a empujones hacia fuera.

Date prisa, nena —me dice mientras cierra la puerta.

Gracias pollo. —contesto.

Me meto al baño casi corriendo, necesito darme una ducha rápido. veinte minutos después bajo corriendo por las escaleras. Hace casi cinco minutos sonó el timbre de la puerta.

Hola —le digo a Iker —perdón por la tardanza ¿Nos vamos?

Unos cinco minutos después salimos de casa rumbo al centro comercial. Es sábado al mediodía. A muchos no les gusta mucho ir al cine tan temprano, pero para mi es la mejor hora; esta tranquilo, no hay mucha gente. Y como empiezan casi todas las funciones a esa hora tenemos para escoger sin ningún problema cual queremos ver.

Ya estando en la sala de cine estamos abrazados, viendo la cartelera. Mejor dicho él la ve y yo lo escucho. En estos momentos estoy más entretenida con algunos besos que le estoy dando.

Aunque aún no somos novios; ya que no creo en los titulos, creo que está más que claro que somos pareja. En mi casa así lo ven. Por eso no ponen tantos peros cuando va a verme o salimos a alguna parte. Además le han tomado mucha confianza.

¿Cómo de que tipo de peli quieres ver? — me pregunta cariñosamente.

La que más te guste a ti, pero... —le contesto —ya sabes de que tipo me gustan.

Vale, vamos a ver la de Brad Pitt Ocean's Thirteen, sí tú la escogieras sin duda sería esa ¿no?

Eres un cielo —le dije mientras le daba un último beso, antes de que se fuera a la taquilla a comprar los boletos.

No puede ser —susurré mas para mí misma.

¿Te sientes bien?

Sí, no te preocupes.

Me quedé de pie viendo como él daba media vuelta y salia del cine. Era él de eso no tenía duda. Algo tenía que hacer, pero no sé qué.

Mientras Iker se me queda viendo fijamente. No comprende mi reacción y ahora voltea hacia donde tengo la mirada fija.

Segura que estas bien? —me dice tomando mi rostro con una de sus manos. —Te pusiste pálida, como si acabaras de ver un fantasma. —me dijo al darse cuenta que estaba temblando también.



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