martes, 23 de agosto de 2011

Capítulo 25 de Amar...Te Duele "La Decisión"


Amar...Te Duele
Capítulo 25  "La Decisión"


Iker


—¡No, no, no! —gritaba sin detenerse Iker, que caminaba de un lado a otro de la habitación, a cada paso que daba volteaba a ver a todas las personas que estaban ahí reunidas con una cara de que no podía comprender porque habían actuado así.

—Hijo, tranquilizate por favor, no es para tanto y...

—¡¿Qué no es para tanto?! Pero... —estaba que ni él mismo se aguantaba— prometieron que nadie iba a salir lastimado... ¿y... mínimo se han dado cuenta de lo que han hecho?

—Tranquilo Bebé —se acerca a él Paola y dos segundos después se acerca Paula también—. Si tu lo permites podemos quitarte todo ese estrés que traes y...

—Pero es que solo ustedes piensan en sexo y...

—No es solo sexo... nos gusta compartir cosas, situaciones, y el sexo... bueno al final ayuda a liberar la tensión y... —Paula comenzó a decir mientras le daba unos pequeños mordiscos en la oreja derecha.

—Pero... —Iker comenzaba a sentirse como si sus pies no tocaran el piso— lo que pasa es... —cada vez le cuesta mas trabajo mantenerse alerta, se siente mareado— es que nadie debería haber salido con un rasgu... —Paola comienza a acariciarle la mejilla izquierda.

—Tranquilo bebé, dejate llevar —Paola comienza a recorrer su mejilla con pequeños besos hasta llegar a las labios.

Iker comienza a sentirse algo adormilado, sabe él que tanto Paula como Paola, provocan en él... algo que aun no comprende...

—Será mejor que nos vayamos a un lugar más apartado bebé —en un susurro le dice Paola— ¿o quieres que tus padres... te vean un poco de rubor y sudor en tu carita...?

Sin decir nada él simplemente tomó las manos que ambas chicas le estaban dando, y comenzó a caminar junto a ellas; acaban de dar tan solo unos dos o tres pasos, y alguien entró en la sala enorme donde se encontraban alrededor de veinte personas reunidas ahí, mientras recorre con la vista a todos los rostros, a algunos los ve con satisfacción y a otros hasta con cierto repudió, los recuerdos de la noche anterior no es lo que esperaba.

—Creo que ese momento fugaz de felicidad... tendrá que esperar un poco —dice la recién llegada al lugar— la verdad es que después de lo que ocurrió anoche... no se como es que tienen cabeza para festejar un poco... debería de ser todo lo contrario; creí que estaba rodeada de gente capacitada y que sabían lo que hacían... ahora creo que estoy al lado de gente egocéntrica que actúa como si fueran principiantes y... —mientras camina con paso firme entre ellos, a cada uno lo barre con la mirada, nadie le responde, en cuanto notan que son observados por ella, sencillamente bajan la cabeza, se quedan callados y ni si quiera se mueven—. Yo creí que...

—D-Dild —comienza a decir Cristiano DuMont— p-perdón señorita Darquea —yo...

—Pero, ¡cuantas veces les he dicho que no me gusta que me llamen Darquea... ese es el nombre de... la que era mi familia, simplemente soy Dildre Dempsey —dice recordando el apellido de la única persona que en algún momento la amo y que ella siempre lo amará...— ¡Yo soy Dildre Dempsey y estoy rodeada de ineptos que no saben lo que quieren ni como hacer las cosas bien...! —Cada vez iba alzando más la voz.

—Dildre —Richard Miller trataba de calmarla un poco, él sabía perfectamente de lo que era capaz ella al ser tan temperamental, más de una vez a visto con sus ojos el poder de destrucción que tiene, y aunque él no lo tiene miedo en realidad, se siente un poco incomodo ante la situación, ya que en el mismo cuarto se encuentran sus dos hijas que son su adoración, y Sara la cual está esperando a sus hijos varones—. Será mejor que te tranquilices y...

—Pero si teníamos la oportunidad de... ganar algo ayer en la noche, pero se les olvidó para que se estaba haciendo todo esto y... —voltea a ver a las gemelas que no han soltado a Iker— parece que la calentura es lo único que importa en estos momentos y estas niñas es lo más importante, parece Richard que se te ha olvidado porque estamos haciendo esto, y a los demás esto no es simple diversión, si queremos... ganar tenemos que pensar y actuar con la cabeza fría... —suspira mientras se deja caer en el sillón más cercano a ella— en estos momentos como estos necesito que alguien... —voltea a ver uno a uno a a los hombres que se encuentran en esa habitación— me ayude a sacar tanto estrés, pero aquí... no hay nadie que pueda hacerlo; aunque pensándolo bien... mmm... el niño por el que mi querida sobrinita ha sufrido la verdad es que no esta nada mal...

—Ni se te ocurra ponerle una mano encima —grita descontrolada Paola— bastante tengo con tener que compartirlo con mi hermana como para que ahora...

—¡Callate maldita mocosa! —Dildre se puso de pie de un salto y se acerca a Paola, que incluso antes de que ésta la tocara salio disparada del suelo y chocó contra la pared que se encontraba unos cinco metros detrás de ella—. ¡Eres una estúpida si crees que puedes venir a decirme a mi lo que puedo o no hacer! Agradece que a tu padre le guardo cierto cariño que si no otra cosa te haría, pero te lo advierto, a mi solo una vez me retan, ya que la segunda nadie, ¡NADIE! Lo cuenta, así que mocosa ten cuidado con lo que haces. ¿Y sabes qué? Necesito algo de compañía, ¿harás algo al respecto? —y sin decir nada más volteó a ver en dirección donde se encontraba Iker que aun estaba junta a Paula, y él sin decir nada comenzó a caminar en dirección a ella.

—¡NOO! —Andrea, la madre de Iker, por primera vez en la noche hizo algo más que respirar— p-por favor, él no —se hincó frente a Dildre— p-por fa-favor no le haga daño a mi hi...

—Pero, ¿que hace esta maldita Büyü aqui? —con desprecio en la voz preguntó Dildre— ellos...

—Dildre, por favor —Richard se acercó a ella— se que las cosas no han salido como deberían, como se habían planeado, pero no hay que llegar a estos extremos, los Du Mont o los Millers somos los únicos culpables y... bueno, creo que todos de una u otra forma hemos fallado... y el que la tomes contra unas niñas o la familia de alguien... en lugar de ver los problemas para evitarlos en un futuro, hará que cada vez nos dispersemos más y...

—Pero, pretendes que olvide los insultos que... la falta de respeto que han... —Dildre estaba tan trabada del coraje que no encontraba ni siquiera las palabras que buscaba, aunque ella no lo quisiera reconocer, Richard Miller, era demasiado fuerte, incluso para ella y no le convenía desafiarlo, ya que perdería a gente que al final le van a ayudar a terminar lo que hace tiempo empezó, además Richard tiene ese habilidad sobre casi todo el mundo, el de poder“convencer” de hacer las cosas, sin que pongan tantos peros.

—No vale la pena Dildre, es mejor que empecemos a planear lo siguiente que se va a hacer.

—Richard, pero ellas... —trataba Dildre a un resistirse a la “sugerencia” que le acaba de hacer—. Yo...

—¿Te vas a poner a pelear con unas chiquillas por... un niño?, vamos Dildre, en esta sala hay más de uno que están más a tu nivel, y que... bueno, al final disfrutaras más, tienes hasta la opción de escoger a casi cualquiera y...

—¿Sabes?, la verdad es que ya no estoy de humor; mejor como dicen, hay que ver ¿qué o quiénes? Son los responsables de que ayer en la noche hubiera esas fallas tan graves y que ninguna de las dos hayan salido heridas... además hasta donde tengo entendido críe que la estaban vigilando y resulta que... cuando todo empezó ella no estaba y la fabulosa, única e insuperable Dayrys terminó salvando la noche. —De mal humor tomo asiento en uno de los sillones—. Aún no puedo creer que prefiera estar con... que con su propia hija... yo que desde niña busque complacerla, que todo lo que hacía era para impresionarla y se diera cuenta que yo... —guarda silencio, el dolor que sentía en ese momento aún le cuesta trabajo olvidarlo—, ¿y ya tienen alguna idea de donde esta mi queridisima sobrina? ¿como es posible que le hayan perdido la pista? Cuando ella... —suelta una risa burlona en voz demasiado alta— no entiendo porque permitieron que ella se perdiera mi... regalo; lo preparé con tanto gusto que es una lastima que ella no lo viera... ¿Quién estaba cuidándola?

—Yo... —comienza a decir una chica pelirroja de lentes que se encontraba en una de las esquinas— N-no se que fue lo que pasó, después de que llegaron —con la cabeza señala hacia donde están las gemelas e Iker— tan solo hablaron unas cuantas palabras y ella salio corriendo a pesar de que su madre la llamaba, corrió gran parte de la playa, hasta donde se encuentran las rocas enormes, ella lloraba como niña pequeña ahí, después de cerca de unos treinta minutos se levantó y comenzó a regresar a la fiesta —fue diciendo mientras caminaba hacia donde se encontraba sentada Dildre — por un momento creí que me había descubierto porque cuando iba como a la mitad del camino volteo al lugar donde yo estaba, sentí... que ella me veía directamente a los ojos, en eso comencé a sentirme muy cansada y no se... quizá por una hora me quede inconsciente, cuando abrí los ojos estaba muy oscuro, silencioso el lugar y apenas había dado unos cuantos pasos cuando Marisol llegó a mi lado preguntándome donde estaba yo y...

—¿Como te llamas niña? —preguntó con indiferencia.

Ella por un momento quiso hacer algo al respecto, sabía que aunque fuera joven y sus poderes eran todavía muy débiles, siempre había sido una Galdur muy fuerte para su edad, pero sabía que ante Dildre no tenía ninguna esperanza—. Dianne —contestó secamente.

—¿Y desde cuando estas con ella?

—Desde los cinco años... Marisol también ha estado casi desde el mismo tiempo, —Marisol caminó lentamente junto a su amiga— nos hemos pasado más de diez años junto a ella y su familia. Solo desde que llegó Iker a la ciudad nos pidieron que nos alejáramos un poco de ella, pero siempre mantuvimos nuestro lugar, cuando nos pedían que nos “dejaramos” ver lo hacíamos y ella es tan débil que meternos en sus sueños era demasiado fácil, ella nunca ponía resistencia a ello...

—Y cuando necesitábamos que fueran más astutas ustedes...

—Anoche a mi me pidieron que me mantuviera junto a su abuela, junto a Dayr... —Marisol comenzó a hablar— yo era parte de la distracción de ella para que Jazzlyn estuviera sola en el momento...

—Creo que esa parte, por lo menos lo hiciste bien, ya que por lo que tengo entendido... estaba muy ocupada... cuando todo empezó.

—Dildre, si lo piensas un poco las cosas no salieron tan mal... —comenzó a decir Richard Miller— por lo menos un susto grande se llevaron, tuvieron miedo que se llevaron a su niña lejos para protegerla, si estuvieran seguros ella ahora estaría en casa con sus “papis” y no lejos resguardada por quien sabe quien...

—¡No digas estupideces Miller! —comenzó a alzar la voz Dildre mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar hacia la salida— la necesitamos viva.

—Lo sabem... —Richard se quedó callado al ver la mirada que le estaba dirigiendo—. Estamos buscándola... y pronto sabremos done la tienen y...

—Quizá una pista sería buscar a Ian... hace ya algunas semanas casi no lo hemos visto, a lo mejor ya la convenció que no es tan malo como lo hicieron parecer... ahora que su hermanito también llegó puede ser que se estén divirtiendo entre los tres —mientras decía estas ultimas palabras volteo a ver directamente a los ojos a Iker— a veces dos es mejor que uno. —terminó diciendo en la sala mientras caminaba a la salida su celular comenzaba a sonar—. No te preocupes pronto la encontraremos —su voz cada vez sonaba como un susurro lejano.

—Será mejor que descansemos un poco, la noche de anoche fue un poco pesada y tenemos que recuperar fuerzas, si es que los queremos encontrar pronto —El señor Miller se puso de pie— Mar y Di, creo que es hora que regresen a casa y vayan a visitar a los Betancourt, puede ser que ellos ya sepan algo de Jazzlyn, no creo que estén sin tener noticias suyas y ustedes son casi... parte de la familia. Y hablando de familia, —voltea donde están sentadas sus hijas— creo que ya saben que es lo que tienen que hacer. —Les guiña un ojo—Los demás, los que necesiten vayan a descansar o a su casa, probablemente se enteren de cosas importantes, y nos vemos aquí en la noche para informar y saber que hacer, la verdad es que no queremos que...

—Necesito que alguien me acompañe —comienza a decir Vannessa— anoche fue lastimada Caro y no creo que estando así pueda “convencer” a Rulo que le cuente algo sobre Ian, ya que a mi no creo que se atreva a “tocarme” sabe que en algún momento fui de Ian, aunque ya “divertido” quizá entre dos le saquemos la información necesaria más rápida y...

—¿Crees que a unas gemelas se pueda resistir? —una chica desde la entrada de la habitación dice— Siempre te lo dije hermanita que si las dos hubiéramos estado al mismo tiempo con Ian y Edgar, ahora ellos serían nuestros...

—¡Merci! —Vanessa grita mientras corre a la entrada—¿cuando llegaste?

—Hace un par de horas —comienza a decir mientras abraza a su hermana— quería recordar un poco antes de llegar aquí, y le tenía que dar una pequeña visita a Mariana, pero, mi imagino que esta con Edgar, que debe estar desconsolado por su hermanita —hizo un además como si estuviera llorando— ese es un par que me debe algunas y no se van a quedar así, tarde demasiado en recuperarme después del accidente...

—Lo importante es que ya estas bien Merci, ya después veremos como desquitarnos de ellos, incluido mi amado Ian...

—Bueno, creo que ya fue mucho de saludos, ¿no lo creen?, ya saben al anochecer nos vemos aquí para intercambiar información y ver que vamos a hacer...

Y sin más palabras todos se pusieron de pie y comenzaron a caminar unos hacia la calle y otros hacia las escaleras.

—Iker, bebe —le dice Paola al oído— creo que es hora que “hagamos los deberes”.

Él sin decir nada, con la vista perdida se levantó y comenzó a caminar detrás de la chica.

—¿Sabes Pao? —Paula se dirige a su hermana— no veo porque tenemos que hacerlo en la habitación y desaprovechar esta enorme sala que nos da varias opciones para poder divertirnos, sería una pena que ahora que se queda sola, no la aprovechemos, ¿no lo crees?

—Estoy totalmente de acuerdo —se detuvo en seco e Iker hizo lo mismo.

Esperaron a que salieran todos y con un simple movimiento de su mano cerró la puerta de la habitación y sin moverse de su lugar volteo hacia los ventanales y cerro las cortinas. En unos segundos el lugar se quedo en penumbras, hasta que Paula sin moverse del lugar donde seguía sentada prendió un par de lamparas que estaban en las esquinas, y estando a media luz se levantó y se fue junto a su hermana; que en estos momentos comenzaba a arrodillarse frente a Iker, mientras ella, sin ninguna timidez se acerco a a su espalda y comenzó a desabrocharle la camisa y a besarle el cuello.

Iker no se movia, estaba tan acostumbrado a que las hermanas actuaran así que él solo se dejaba llevar y terminaba haciendo lo que le pedían. La única diferencia en esta ocasión es que en su mente una y otra vez veía la imagen de su Jazz con Ian y su hermano, imaginando que ella podía estar haciendo lo mismo que el hacia con sus gemelas.

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Familia Betancourt


—Pero ¿qué es lo que te dijo Dayrys anoche amor? —Toño le preguntaba una y otra vez a su mujer.

—Ya te dije, al parecer la hermana de Desiree, quiere conocer a Jazz, y que lo mejor en este momento era que no la encontrara, al parecer no es un momento muy seguro para ella en estos momentos, ya que dice que no sabe quien o quienes son los que anoche...

—¿De qué hablan? —Edgar entra a la cocina donde sus padres estaban platicando entre susurros— y no me digan que de nada importante que no soy tonto, quizá Arturo por la edad... o por lo que quieran es más distraído, pero no me quieran ver la cara de crío, que se que que algo raro está pasando desde hace tiempo y...

—¿Raro? No se de que hablas Ed —comienza a decirle Evangelina a su hijo mayor— que yo sepa no hay nada...

—Amor, creo que como dice él, ya no es un crío y como están las cosas, recuerda lo que dijo Dayrys, tenemos que estar preparados ya que nos pueden utilizar a nosotros para lastimarla a ella y...

—Pero, un momento —Ed los interrumpe, ya que lo están ignorando y nuevamente la platica es entre susurros entre ellos—. ¿A quien quieren lastimar? ¿Preparados para que? ¿Qué está pasando? ¿le pasó algo a Jazz? ¿Dónde está ella?.

—Hijo, ¿de que te has dado cuenta,? ¿qué es lo que has visto raro? —Toño le empieza a preguntar— ¿te ha pasado algo raro últimamente?

—Pues... a mi directamente no me ha pasado nada extraordinario, pero algo me dice...—comienza a buscar las palabras correctas para explicarse— estoy casi seguro que Jazz no es... como nosotros, no es que este diciendo que este loca o algo por el estilo, o que lo este yo; pero... he visto y escuchado que hace o dice cosas diferentes... y se que no son pesadillas como ella dice... hace un año... una noche antes de que saliera con Iker al centro comercial o alguna parte; ella estaba triste no se... algo de una de sus amigas si no recuerdo mal; yo estaba preocupado por ella ya que bajó a la cocina, yo estaba con Mariana y se veía mal, nos quedamos preocupados por ella; así que en la madrugada me desperté a causa de un sueño raro donde... Merci me decía que mi hermanita sufriría mucho y que no podría hacer nada por Ozahira o algo así, no entendí mi sueño muy bien, así que sin dudarlo yo... fui a verla a su habitación a esa hora, ella se quejaba mucho entre sueños, murmuraba cosas que no entendía, cuando comencé a acercarme a ella para tratar de consolarla por así decirlo, algunos objetos... empezaron a flotar, no se... una lampara, hojas, CD's... muchos objetos en todas direcciones y su habitación estaba iluminada de una luz rosa que provenía de... ella...

—¿Pero de que estás hablado? —Evangelina le preguntó confusa a su hijo—. ¿Por qué no nos habías contado nada?

—Porque no... no lo recordaba, Mariana ayer en al fiesta hizo el comentario de que Jazz se veía muy diferente, que la tristeza en su mirada era menor... que esa vez de la cocina se veía que estaba sufriendo... que era como si le hubieran roto el corazón... y que ahora algo había cambiado; yo... —dice mientras tomaba asiento junto a su padre— yo no recordaba ese día... hasta que ella lo mencionó, las imágenes de la luz rosa... que yo intente despertarla y no puede... los objetos volando... que salí de su habitación y en lugar de buscar ayuda me fui a dormir nuevamente, ella diciendo cosas raras... todo lo que pasó esa noche lo recordé después de que regresamos de la fiesta y dormí unas cuantas horas lo recordé... lo recordé todo, es más no recuerdo como o a que hora llegamos aquí, como ya no pude dormir después de soñar con Jazz y que algo malo le pasaba, espere un momento para tranquilizarme, y aunque sabía que no eran horas fui a buscarla a su habitación y ella no estaba, no se cuento tiempo estuve ahí y regrese a mi cuarto, como si alguien o algo me lo ordenara y hace rato que me desperté y regresé a buscarla y ella... —se toca el pecho y comienzan a recorrer unas pequeñas lagrimas sus mejillas— sentí algo aquí y... como si fuera una película vi ante mi lo que anoche... sucedió...

—¿L-lo recuerdas? —Toño se puso de pie en un brinco— p-pero Dayrys dijo que...

—Ella dijo que nadie lo...

—Pero lo recuerdo, cada parte que recordaba sobre aquella noche... hizo que recordara lo que paso anoche... hubo un ataque... caos en la playa es lo que recuerdo... buscábamos a Jazz por todas partes y ella no estaba... fue cuando la abuela dijo que no nos preocupáramos que toda estaba bien que la fiesta había sido hermosa y ella... puso la mano en mi frente y comenzó a hablar en una idioma que no reconocí... después de eso no se que sucedió, estoy tratando de recordar pero no puedo recordarlo bien... me acuerdo que había gritos, fuego... todo es muy confuso en realidad, son imágenes sueltas lo que hay en mi mente... pero al ver que no esta Jazz, recordar esa noche en su habitación... se que las imágenes que tengo de anoche de la playa son...

—Ciertas... todo lo que recuerdas es cierto Ed —Toño se desplomó en una de las sillas— jamás creímos que algo así pudiera suceder, creímos que Arturo y tú estarían bien...; que todas las personas que anoche estuvieran en la playa no recordarían nada... tendrían el recuerdo de una fiesta maravillosa en la playa y que como regalo Jazz se había ido de viaje a Europa con tú abuela, por eso en un tiempo no va a estar aquí... pero la verdad... —ya no pudo contener las lágrimas— Ed, no se por donde empezar y...

—Pero... —comenzó a decir Evangelina tratando de detener a su esposo— Dayrys dijo que entre menos ellos se enteren de la... estarían a salvo... nada les pasaría a ellos... ni a nosotros... creo... por favor no sigas...

—¿Sabes que nunca estuve de acuerdo que calláramos las cosas...? desde el principio, cuando yo no creía... te dije que eramos una familia... una familia crece con la verdad y no con secretos... ahora que Jazz que esta en peligro, nos necesita... a su familia y entre más enterados estemos... podremos ayudarla más.

—P-pero... no entiendo de que están hablando —Ed decía confuso.

—Hijo... Arturo creo que todavía es muy pequeño par que pueda asimilar todo esto... pero creo que tú si puedes, yo tenía mis dudas... pero después de anoche se que tenía los ojos cerrados a un mundo desconocido... pero que al final existe... —voltea a ver a su esposa— ¿Amor, empiezas tu o lo hago yo?

Evangelina se giro hacía la ventana, comenzaba a llorar, algo que había tratado de controlar durante horas, había sido una noche larga, pesada... difícil y tenía mucho miedo... miedo de perder a su familia, miedo a que alguien fuera lastimado...

Sin voltear a ver a su esposo e hijo y respirando profundamente comenzó a hablar en un susurro—. Cuando era niña, tendría cinco o seis años, llegó una familia nueva a la colonia donde vivía... llegaron dos niñas... gemelas de mi edad junto a su madre, su padre años después me entere que acaba de fallecer cuando se mudaron... ambos niñas eran hermosas, así como Jazzlyn, simplemente no podías dejar de verlas; Desiree y Dildre, en un principio yo era amigas de las dos, eramos inseparables... con el tiempo Dildre se separo de nosotras, ella era muy callada, ahora te puedo decir que envidiaba a su hermana... eramos tan inocentes en aquella época que no sabíamos porque actuaba ella así; fueron años increíbles al lado de Desiree, el que yo no haya tenido hermanos hizo que ella fuera eso para mi, diez años después... hubo un accidente en su casa, había fallecido un familiar cuando se quemó su casa... se mudaron inmediatamente, pero Dess encontró la forma de seguir comunicándose conmigo a pesar de las distancias... ella era diferentes, desde niñas lo supe y jamás me dio miedo... cuando alguna estaba castigada y no nos podíamos ver... —volteo a ver a Ed a los ojos— entraba en mis sueños.

—¿C-cómo que entraba a tus sueños? Pero eso no se puede...

—Lo es Ed, como te dije yo desde niña sabía que ellas eran diferentes, son seres mágicos... tienen poderes como Jazz.

—¿Pero eso quiere decir que...?

Parecía que no escuchaba a nadie y continuo su relato—Cuando quería platicarme algo, celebrar, llorar o darme un beso nada más, ella entraba en mis sueños y era tan real como lo es que los tres estemos aquí en la cocina... así fue como me entere cuando se enamoró la primera vez... que Dildre se aislaba de todo y de todos, cuando estaba desesperada por no saber que hacer por su hermana, de como se sentía al estarle robando el amor de su vida a Dildre... así era como ella también se enteró de mi primer beso, de cuando entre a la universidad, como conocí a Toño, mi boda... cuando naciste tú...

—Pero, ella ¿que tiene que ver con todo esto? —Ed se acercó a su madre.

—tenías dos años cuando, vino a conocerte... a conocerlos... me presentó a su novio; Sebástien, me contó que se fue a vivir con él y que llevaban juntos un año, y que por ese era el motivo de su visita, que acaba de descubrir que estaban embarazados y tenía miedo, que quería que así como nosotras habíamos sido amigas ya por veinte años, lo que más deseaba era que sus pequeñas lo fueran de ti... esperaba gemelas; —suspiro con cierto dolor, le dolía recordar lo que había sucedido—. Al poco tiempo regresó a vivir con Dayrys, para que le ayudara con el embarazó, la boda y todo lo que tenía que hacer...

—¿La abuela? —preguntó sorprendido— Es muy linda tu historia madre, pero no entiendo que es lo que...

—Ed, por favor deja que tu madre termine... —Toño se levantó he hizo que se alejara un poco de su madre ya que el llanto ahora ahogaba un poco su voz— pronto entenderás el porque esta contándote todo esto...

Evangelina para poder controlarse se volteo de nuevo dandole la espalda a ambos, se tomó un par de minutos para tranquilizarse y continuó— Cuando sus dos niñas nacieron, les puso el nombre de Aimee y Ozahira, eran dos niñas idénticas, hermosas, rubias una con los ojos verdes y la otra grises con un tono lila en los ojos, como su padre y su madre... en general esa era la única diferencia entre ellas; dos meses después de que nacieron se casaron, una boda muy intima en la playa, ese fue el ultimo día que la vi... feliz —comenzó a llorar de nuevo— t-tres meses después un día en la tarde, estaba sola en casa y-y llegó a la casa herida, llorando, no le entendía bien lo que decía, traía a una de sus pequeñas en brazos, me dijo que la cuidara, que si ella no regresaba pronto por ella, lo haría Sébastien, que no sabía si sería por horas, días o semanas, pero que sólo se la entregara a ella o su esposo, que nadie más llegaría buscándola, me dio un beso en la mejilla y se fue... e-esa f-fue la ultima vez que la vi con vida... a la mañana siguiente, muy temprano llegó Sébastien, estaba destrozado, se le veía en la cara, subió a ver a su niña que estaba dormida, me dijo que la cuidara bien, que el no podía llevársela con él que no era seguro, pero que regresaría pronto... nunca regresó, pasaron unas semanas antes de que Dayrys viniera a vernos, me dijo... —se dejó caer de rodillas en el suelo, el dolor en su voz, en sus recuerdos era evidente, Toño fue inmediatamente a su lado y la abrazó— me d-dijo que ambos habían fallecido... unas horas después de que salieron de aquí... y-yo pensé que se iba a llevar a su nieta con ella... c-cuando me recuperé de la impresión que mi... “hermana” se había ido y que habían quedado huérfanas dos bebes tan pequeñas... le pregunté p-por Aimee, ella no supo que decirme, e-entre llantos me dijo que había perdido todo lo que amaba, que lo único que le quedaba era la pequeña que dormía arriba en mi habitación y que lo mejor es que... si estábamos de acuerdo... ella estaría más segura con nosotros que con ella, que de vez en cuando la visitaría y nos ayudaría en todo, nos pidió que nos mudáramos cerca de la playa donde estaríamos más seguros, consiguió que Toño obtuviera un buen trabajo aquí, y dejamos la ciudad para vivir aquí, con mis dos pequeños... me pidió que por seguridad le pusiéramos Jazzlyn, que ese nombre amaba Desiree y que en unos días me mandaría el testamento de Dess para que pudiéramos adoptarla oficialmente y...

—Jazz, ¿no es...?

—Quizá de sangre, no lo es... pero, es nuestra hija, tu hermana, y espero que eso no cambie... —Toño respondió, ya que su esposa lloraba desconsoladamente.

—Lo sé, desde que recuerdo ella a estado en mi vida... y espero que siga así —entre lágrimas contestó Ed— para mi será me hermana pequeña a la que siempre cuidaré y amaré sin importar nada... pero aún no entiendo eso de que son seres mágicos y...

—Esa tarde, cuando llegué y escuche que tanto tu madre como tú estaban llorando, me di cuenta que no estaban solos, había un llanto más en casa... —Toño comenzó a recordar— Tu mamá no podía explicarme el porqué... pero sabía que no volvería a ver a su amiga, yo traté de consolarla, le dije que no estaba sola... después de la visita de Sébastien, nos dimos cuenta que algo grave estaba pasando, yo en realidad no sabía nada de ellos, hasta ese día... cuando vimos pasar los días y nadie llegaba por la bebé nos preocupamos más, la visita de Dayrys en lugar de tranquilizarnos, hizo todo lo contrario, cuando nos pidió que nos quedáramos con ella, que nos mudáramos y empezáramos de cero con nuestros dos pequeños, ella dijo que todo estaría bien, que nada malo pasaría, que ella se encargaría de eso; la verdad es que yo estaba incrédulo que la magia existiera; pero conforme Jazz crecía... sucedían algunas cosas a su alrededor... flores marchitas, cobraban vida, si estaba lloviendo dejaba de hacerlo en cuanto llegaba ella, te raspabas o te cortabas como cualquier niño de tu edad y ella te curaba como si fuera un juego y segundos después estabas bien, si deseaba algunas cosas las conseguía; era cosas pequeñas... insignificantes, pero diferentes, ahí es donde comprendí que era diferente...

Los tres se levantaron del suelo y los dos hombres se sentaron en la mesa, mientras Evangelina buscaba la cafetera... tendrían una charla muy larga; Ed escuchaba atento lo que sus padres le estaban contando, todo lo que sabían de la magia, de Jazz, de Dayrys.

Edgar estaba a punto de entrar a un mundo nuevo y necesitaba saber más de él.


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Dayrys Darquea


—Dayrys, sabes perfectamente como yo, que la situación que tenemos no va a ser tan fácil como creemos, ella... —André comentaba preocupado— es tan temperamental, que me recuerda tanto a Dildre y...

—André, por favor —Dayrys abrió complemente los ojos ante ese ultimo comentario— no intentes comparar a Jazzlyn con Dildre, si tienes razón ambas son muy impulsivas, no saben controlar sus sentimientos, yo... con Dildre quizá me equivoque... pero Jazz es muy diferente, creció en otro ambiente, ella es buena y...

—Yo no estoy diciendo lo contrario, pero... ella está aún muy confundida; te apuesto lo que quieras que en estos momentos ella en su mente y... en corazón tiene dos nombres; aunque a uno lo puede ver, al que no, hará que ella dude...

—No lo permitiré —Dayrys dijo firmemente— una vez falle... y no pienso cometer el mismo error una segunda vez, a causa de eso perdí a mis dos hijas y una nieta y...

—Creo que lo primero que tienes y debes hacer, es contarle sus orígenes, sus poderes, su nombre, para que yo pueda trabajar con Ozahira, tu nieta con poderes y no con la adolescente Jazzlyn... tenemos tan poco tiempo que no se si necesitemos ayuda extra en su entrenamiento, quizá si hablamos con...

—Confío en ti Andre, con las ayuda de los chicos puedes hacerlo...


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Casa de la Familia Betancourt


—Bueno chicas, creo que ya saben que es lo que tienen que hacer... —Dice Vanessa mientras detiene el automovil enfrente de la casa de los Betancourt— tenemos que encontrar dónde y con quién está... nosotras iremos a la casa de Raú y creo que ustedes deben de visitar a la familia de los büyüs para que se enteren que saben de su linda hija, solo recuerden no ser tan obvias para que no empiecen a sospechar en estos momentos de ustedes, es lo peor que pudiera pasar...

—No te preocupes Vanessa, ¿cómo crees que van a desconfiar de las chicas con las que su “hija” creció... —Responde Dianne.

—Pero ellos deben estar alertas.... —Merci interviene—. Si aún tenían dudas de que existíamos anoche quedó más que obvio que...

—Si por diez años no han visto nada rara en nosotras, dudo mucho que estos imbéciles büyüs lo hagan ahora —Marisol abre la puerta de auto y bajan las dos chicas, y sin voltear atrás comienzan a caminar hacia la puerta de la casa.

Sin esperar a que arrancaran el auto tocaron el timbre de la puerta y esperaron.

Edgar seguía escuchando atento todo lo que sus padres le estaban contando, cuando sonó el timbre. Les hizo una seña a sus padres que él iría a ver quien estaba tocando la puerta tan temprano, salió de la cocina y camino a la puerta de entrada.

—Hola —dicen las dos chicas casi al mismo tiempo— estamos preocupadas... por eso venimos tan temprano, quizá en algo podamos ayudar... —Dianne dijo antes de que Edgar dijera algo.

—Pero... ¿qué es lo que saben?, se supone que no...

—Cuando empezó todo... nos dio miedo y salimos corriendo de la fiesta, desde lejos vimos el ataque, buscamos quien nos pudiera ayudar, pero... nadie nos hizo caso, —comenzó a decir Marisol— después no se que fue lo que paso que hoy nos despertamos en mi casa, y recordamos todo...

—Pasen, mis padres están en la cocina y ellos les pueden decir... —cuando se hizo a un lado para dejarlas pasar, vio el automóvil que aun estaba estacionado frente a la casa; vio a las dos chicas que estaban en él y no podía creer lo que estaba viendo— ¡no puede ser si ella...!

—¿Te pasa algo Ed? —pregunta Dianne—. ¿Te sientes bien?, es que te has puesto pálido y...

—Eh... —contesta distraído— si... si, es que creí ver a... no me hagan caso —sacudió la cabeza tratando de ser coherente, era imposible que ella estuviera... viva, simplemente se lo ha imaginado, eso es lo que pensó— pasen a la cocina chicas —les indicó con la mano.

Los tres caminaron hacia la cocina donde se encontraban los padres de Ed. Las chicas saludaron con un beso a ambos y tomaron asiento; sin esperar contaron la versión que habían ensañado durante todo el camino a su casa. Los señores Betancourt estaban sorprendidos de lo que las chicas les estaban contando.

—Ed, creo que las cosas están peor de lo que creemos y... —comienza a decir Toño.

—¿Ed? —Evangelina a ver que su hijo no le responde, voltea a verlo, él se ha quedado en la entrada de la habitación—, ¿Te sientes bien hijo?

Su padre, sin decir nada se levantó y se fue junto a él, cuando le iba a preguntar que es lo que le sucedía, Ed le contestó antes. —La vi... ella está viva... está viva cuando yo vi que... el accidente fue fatal para ella.

—Pero, ¿De quien hablas?

—De Merci... Mercedes está viva.

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